Mitos y Leyendas
Aparición de la Virgen del Carmen en el barrio Ahuaca del Carmen de la ciudad de Cariamanga.
Un estudiante de nombre José Miguel Maldonado, que sería canónigo de la catedral de Loja, descubría al pie del cerro Ahuaca, siguiendo el camino viejo, en una piedra triangular, cuya base era de 3 metros por 1,50 de alto, pintada a la Virgen, teniendo en sus brazos al Niño Dios, quien a su vez sostenía en sus divinas manos un escapulario.
La mirada de los dos expresaba inefable ternura. Era la gloriosa Virgen del Carmen.
Esta piedra fue el origen de la devoción dejándole flores y arrodillándose de ella. Esto sería por el año de 1870. Se dice que este sacerdote dio orden de avivar los colores de la imagen de la Virgen, y desde ese entonces se Venera a la Virgen María en su advocación de Virgen del Carmen.
El Muerto.
Hace mucho tiempo existió en la Ciudad de Cariamanga un hombre adinerado (millonario), el cual era un hombre demasiado orgullo, déspota y nada caritativo al cual las personas de la ciudad no le apreciaban mucho y se sentían sometidas a él.
Terminada ya su vida, y dado a que en aquella época no existían funerarias estaban las personas en la velación del cadáver; durante el transcurso del día todo sucedió de forma normal pero llegada la noche exactamente las 12 empezó a correr una brisa muy fría y el ambiente se torno muy pesado los perros comenzaron a aullar las gallinas se asustaban, y la mula que pertenecía al finado comenzó a relinchar y a asustarse. Los acompañantes comenzaron a sentir miedo por lo que empezaron a rezar el Rosario, luego un viento muy fuerte apago todas la velas quedando en completa oscuridad, cuando lograron encender algo de luz se dieron cuenta de que el ataúd donde se encontraba el cadáver estaba abierto y sin el cuerpo del difunto, por lo que todos se asustaron. Ocurrido esto luego de un momento se dieron cuenta de que la mula tampoco estaba.
Para no enterrar el ataúd vacío los familiares colocaron unos troncos de plátano, mientras que el pueblo comentaba el hecho y decían que el este hombre fue llevado por el diablo en cuerpo y alma.
Las Totoras.
Hace aproximadamente 35 años un grupo de niños de un barrio cercano al pueblo, fue llevado por su maestro y las hermanas misioneras de excursión al sitio denominado Las Totoras, ellos a su llegada observaron un maravilloso paisaje donde hay hasta la actualidad alisos, calizos, cascarillas y una variedad de vegetación.
Algo curioso de notar fue que en el lugar había una Planicie verde que les llamo la atención en la cual decidieron acampar, durante el día los niños jugaron y se divirtieron mucho junto a los adultos, al llegarse la tarde iban notando que aquella planicie se tornaba blanda y húmeda es decir empezó de aquel lugar a brotar agua volviéndose un pantano. A lo que los adultos responsables del grupo buscaron partes duras por las que debían cruzar los niños apresuradamente llevándose un gran susto de lo que pudo ser una tragedia.
Los Novios Desaparecidos.
En una más de las leyendas de la Ciudad de Cariamanga, se dice de una pareja que fue absorbida por la laguna, que se encuentra en el Barrio Av. Loja Cerca a la Gasolinera.
Se cuenta que una pareja de novios salió a caminar por aquél lugar, el cual era una especie de lavandería ya que muchas mujeres se reunían en aquel sitio para lavar su ropa, cerca a esta laguna también había un camino que daba a la ciudad de Cariamanga y los barrios vecinos. Entonces la pareja ya un poco cansada de su caminar decide descansar un momento en el lugar y dado a hacía mucho calor deciden nadar en la laguna, para sorpresa de aquellos ese día no había nadie más que ellos, entonces cuentan que los chicos estaban nadando y de repente se perdieron en el agua.
Para todo el pueblo fue una gran confusión por la desaparición de la pareja ya que nunca más los volvieron a ver, quedando la duda de que fueron absorbidos por la laguna o que el cerro Ahuaca los absorbió ya que se dice que el cerro está encantado.
El Carro del Diablo.
Cuentan los antiguos que hace muchos años atrás aquí en la ciudad de Cariamanga, existía el carro que llevaba las almas, o también llamado “Carro del Diablo”, el cual, valga la redundancia, llevaba el alma de muchas personas entre ellas algunos de los ricos de aquella época que tenían un supuesto pacto con el demonio, y que gracias a esto lograban incrementar su fortuna. Cabe recalcar que estas personas aún vivían pero ya sus almas eran presas del demonio.
Esta historia se da lugar cuando un hombre de mediana edad, iba con su caballo viajando a la ciudad de Amaluza; de repente observa a lo lejos luces como de carro que se acercaban, en lo que él se detiene a observar con absoluta sorpresa y temor ya que en esa época no existía carretera sino únicamente un camino, y para mayor temor del hombre el carro se acerco inmediatamente donde él estaba a lo que pudo apreciar que el carro estaba cubierto todo de llamas y que al correr se escuchaba el sonido del oxido de las los fierros, y en la parte interna se encontraban las “personas” las cuales se podía notar que disfrutaban de una gran fiesta, el hombre completamente asustado empieza a rezar a Dios, para que lo ayudase a lo que el carro se alejo que dando únicamente el aullido de los perros.
A su regreso el Hombre hizo público el hecho ocurrido y por lo que se dijo que en ese carro iban únicamente él alama de aquellos hombres que vivían en Cariamanga y que eran personas que tenías sus almas vendidas al demonio.
Fuente: Leyendas de Cariamanga.