Un suceso preocupante se registró en el cementerio general de la ciudad de Cariamanga, cantón Calvas, cuando alrededor de 150 bóvedas se desplomaron. Deudos solicitan al Ayuntamiento local intervenir debido a que todavía existen contratos vigentes para su utilización.
Situación
El invierno, sumado a la antigüedad de las bóvedas, serían las principales causas para que el espacio donde descansaban las personas que se adelantaron hacia el Creador, colapse.
Afranito Puglla Cortez, tenía, desde hace 20 años, un lugar donde descansaba un familiar. Relató que al enterarse del suceso acudió al sitio y constató que la cripta estaba con fisuras importantes y la tapa la encontró en el piso, mientras que, de otros vecinos habían caído hasta las paredes.
“Es preocupante porque muchos parientes no saben dónde ubicar los restos que quedaron en la intemperie. En nuestro caso pudimos exhumarlos, cremarlos y tener las cenizas en casa”, dijo.
Esperan tener respuesta y sobre todo ayuda para que los cadáveres sean colocados en otros espacios (bóvedas), que —con el tiempo o la lluvia— no sufran afectaciones.
También se conoció que, por orden de funcionarios municipales de Calvas, sacaron algunos restos para su exhumación en algunos bloques y bóvedas del lugar, antes de que se produzcan los daños. Deudos solicitan al Ayuntamiento darles a conocer con que informe técnico, socialización o proyecto efectuaron este tipo de actividades, ya que algunos nichos han sido comprados hace 20, 30 y más años.
Fuente: Crónica.